jueves, 26 de febrero de 2015

Claustro San Pedro de la Rúa (Estella) -2-




La segunda parte de la infancia se plasma en el capitel nº 3, dedicado a la Matanza de los Inocentes, a la que se otorga un desarrollo inusual, pues ocupa la totalidad de la cesta, quizás por sus connotaciones martiriales, ya que no hay que olvidar que para la tradición de la Iglesia los Inocentes fueron los primeros mártires.
Se inicia con la entrevista de los Magos –a caballo- con Herodes desencadenante de los hechos.



Prosigue con la orden del monarca a sus soldados de masacrar a los niños.



A continuación la matanza propiamente, cargada de dramatismo.



El tercer y último capitel cristológico, el nº 2, da un salto en el tiempo,  pues nos ofrece el final de la Pasión y la historia de la Resurrección.  La historia se abre con el entierro de Cristo, en el que,  además de los imprescindibles Nicodemo y José de Arimatea, intervienen dos ángeles turiferarios.


Se prolonga con el Descenso de Cristo al Limbo



Tras él encontramos la Visita de las Marías al sepulcro vacío, que les es mostrado por un ángel. 




 Cierra el conjunto la aparición de Cristo a la Magdalena.




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Textos: Clara Fernández Ladreda

Fotos: Fermín Goyen 

viernes, 6 de febrero de 2015

Claustro San Pedro de la Rúa (Estella) -1-




CLAUSTRO DE SAN PEDRO DE LA RUA

Se encuentra adosado al costado sur de la iglesia, a la que rebasa por el Este, en tanto por el Oeste solo alcanza el inicio del nuevo tramo.
Hoy en día ofrece un aspecto insólito, pues cuenta con solo dos galerías, la septentrional y la occidental, integradas por nueve arcadas cada una.




Como es usual en los claustros parroquiales, la función de éste era funeraria, sirviendo de lugar de enterramiento a los feligreses y –como pone de manifiesto la piadosa leyenda del obispo de Patras- a ocasionales peregrinos muertos cuando se dirigían a Santiago (Goñi Gaztambide). El carácter cementerial se hace patente en los arcosolios perforados en sus muros perimetrales que albergan sepulcros.






Los capiteles que continúan emplazados en el claustro se organizan en diecinueve conjuntos, que se corresponden con el mismo número de soportes,  si bien la parte septentrional presenta cestas historiadas y la occidental motivos decorativos. 
A su vez los capiteles historiados del ala norte pueden clasificarse en dos grupos: cristológicos- con episodios de la Infancia de Cristo, Pasión y Resurrección- y hagiográficos –dedicados a santos mártires, con frecuencia relacionados con la Iglesia-. (De todo ello iremos hablando en próximos post).
El círculo cristológico abarca tres capiteles, que se inicia en el nº 4 a contar desde el Este, donde se narra la primera parta de la infancia de Cristo, comenzando el relato con la Anunciación, integrada por la Virgen y San Gabriel, los dos en pie y el arcángel exhibiendo un libro abierto en el que figura la inscripción Ave María.
Continúa con la Visitación y la Natividad que comparten lado. De estos dos episodios habría que destacar el Nacimiento, con María en el lecho, el baño del Niño –episodio tomado de un apócrifo, el Evangelio árabe de la Infancia- y San José erguido apoyado en su cayado. 
Por último vemos la Adoración de los Magos con el primer rey arrodillado y los otros dos en pie conversando.









Textos: Clara Fernández Ladreda Aguadé

Fotos: Fermín Goyen

¡¡Hasta el próximo posto y espero que os haya gustado!! 
 

lunes, 12 de enero de 2015

SAN PEDRO DE LA RUA -2- Estella (Navarra)




ESCULTURA MONUMENTAL:
TEMPLO Y CLAUSTRO

Está focalizada básicamente en tres hitos que son siguiendo un orden cronológico:
La Capilla mayor de la parroquial.
El claustro anejo
La portada del templo.
LA CAPILLA MAYOR:
De los arcos de entrada a los absidiolos, solo conserva la cesta derecha, en ella , en la cara principal se representa un torneo entre dos caballeros, mientras en la izquierda creemos ver un guerrero a pie atravesando con la espada un monstruo y en la derecha un ave (estas dos escenas últimas están muy perdidas y su identificación es dudosa).



En el absidiolo central, el capitel de la izquierda muestra hombrecillos desnudos –unos barbados y otros imberbes- entre tallos entrelazados de vid.


En el absidiolo sur, la cesta de la izquierda nos ofrece el episodio de Sansón desquijarando al león por cuadruplicado, dos en la cara frontal y uno en cada lateral, enfrentados en los ángulos. 

La escena más interesante y enigmática del conjunto es, sin embargo, la del capitel derecho de este mismo arco, presidida por una mascara demoniaca con la boca abierta para mostrar la lengua y los dientes, y cuernos en forma de serpientes que atacan a sendas figuras masculinas desnudas acuclilladas que aparecen llevándose las manos a la boca y enseñando los dientes. 


Los capiteles de las ventanas y arquerías ciegas del segundo nivel son todos vegetales y, en la mayoría de los casos, iguales o casi iguales. Menos uno, repiten el mismo esquema básico, dos niveles de volutas, generalmente rellenas de hojas, a partir del cual ensayan dos posibilidades: o bien se ciñen al motivo base, o bien lo complican enriqueciendo las volutas inferiores con un borde liso o decorado. En dos casos, sin embargo, las hojas de relleno de las volutas inferiores han sido sustituidas por otros elementos: flores y roleos respectivamente.






Solo una cesta, la izquierda de la ventana central, ofrece un asunto distinto: tallos ondulados que parecen surgir del astrágalo, de los que brotan hojas de vid, manzanas y piñas.

Los dos capiteles del arco triunfal resultan prácticamente idénticos entre si y parecen estar inspirados en el esquema base de los anteriores, si bien lo imitan con cierta tosquedad.


Textos: Clara Fernández Labreda